Imagínate toda una comitiva entrando por esta puerta a caballo, el sonido de los cascos y las armaduras. Fíjate bien en ella, en la forma de su arco, de la parte superior, el material con el que está construida. ¿Sabes que antes tenía bisagras? A ver si eres capaz de averiguar cuántas había en total.
Esta puerta era uno de los accesos que existían a la Villa y, actualmente, se trata de la única puerta que se conserva del recinto amurallado exterior. Su nombre proviene del lugar donde se ubicaba antiguamente esta puerta, que daba acceso a las huertas de los vecinos de Valencia de Alcántara, localizadas extramuros.
Lamentablemente, esta puerta ardió como consecuencia de un incendio ocurrido en 1821, como resultado de los conflictos bélicos entre los liberales y los realistas. Así, su última restauración tuvo lugar en 1991. Las llamas de dicho incendio también afectaron a las puertas que cerraban esta entrada, haciéndolas desaparecer por completo. Aun así, todavía se conservan algunos goznes, las bisagras de estas antiguas puertas.