El carácter fronterizo, su impresionante conjunto Megalítico o el patrimonio que atesora el casco histórico y su Barrio Gótico, además de los valores de la Sierra de San Pedro o el Parque Natural Tajo Internacional, hacen de Valencia de Alcántara uno de los destinos turísticos de Extremadura más atractivos por su variada concentración de recursos turísticos.
Cabe destacar la importancia del entorno natural del enclave de la ciudad. La Sierra de San Pedro (Zona de Interés Regional), la variada fauna ornitológica (grandes rapaces y planadoras) y los diferentes ecosistemas (serranía mediterránea, riberos, arroyos, dehesas y zonas de matorral) o el Parque Natural Tajo Internacional hacen de este territorio un destino de gran valor para el visitante.
La historia de esta ciudad se cuenta a través de los elementos de su patrimonio, hechos históricos y personajes que han influido en la misma. Entre ellos puedes encontrar el período prehistórico y el notable Conjunto Dolménico de la localidad, la herencia romana y visigoda, los hitos más significativos de la Edad Media, especialmente los relacionados con la Orden de Alcántara, o el enlace entre la Infanta Isabel, hija de los Reyes Católicos, y Don Manuel “el Afortunado”, rey de Portugal. Además, debemos mencionar la diversidad de las culturas que han poblado Valencia de Alcántara, la musulmana, judía y cristiana, que han dejado un valioso legado de conocimiento ancestral.
Esta herencia cultural se extiende a su cocina, que ha sabido guardar viejas tradiciones culinarias, donde los derivados del cerdo y el cordero poseen el papel principal para la realización de recetas tan deliciosas como la cachuela, el buche, morcillas mondongas, chanfaina, frite de cordero o las típicas migas, sin olvidarnos de los platos y guisos elaborados con carnes de caza, tanto mayor como menor. Su repostería ofrece deliciosas roscas y fritos de boda, célebres bollos de Pascua y tortas de chicharrones.